Mantenimiento correctivo vs. preventivo
Cuando hablamos del mantenimiento de equipos y maquinaria estamos hablando de una pieza clave para garantizar la seguridad, la eficiencia y la continuidad de cualquier operación, ya sea en construcción, minería o industria en general. En este campo, existen dos enfoques principales: el mantenimiento preventivo y correctivo. Cada uno responde a distintas necesidades y realidades, y elegir bien cuál aplicar puede marcar la diferencia entre una gestión eficiente de activos y una operación vulnerable a fallas y costos innecesarios.
Ambos buscan que los equipos funcionen bien y duren más tiempo, pero la diferencia radica en el momento en que se ejecutan y el impacto que tienen sobre los costos y la operatividad. Entender estas diferencias no solo ayuda a quienes están a cargo de la maquinaria, sino también a quienes desean optimizar recursos en sus proyectos. Además, comprender los fundamentos de ambos enfoques es clave para cumplir con normativas de seguridad industrial y estándares internacionales, como la ISO 55000, que orienta sobre la gestión de activos físicos.
Mantenimiento correctivo
El mantenimiento correctivo, como su nombre lo indica, entra en acción cuando ya existe una falla o avería en el equipo. Es una respuesta a un problema que ya se presentó, buscando devolver el funcionamiento normal a la maquinaria lo antes posible.
Este tipo de mantenimiento se aplica cuando un equipo deja de operar correctamente o muestra algún defecto que impide su uso seguro y eficiente. El procedimiento generalmente abarca identificar la causa de la falla, reparar o reemplazar las piezas dañadas y verificar que el equipo vuelva a sus parámetros normales de funcionamiento.
Suele ser una práctica común en casos donde no se ha planificado un programa de inspección regular, o cuando la criticidad del equipo permite esperar hasta que ocurra una falla. En ciertos equipos de bajo costo, fácil acceso a repuestos o que no son esenciales para la operación, esta modalidad puede ser suficiente.
Por ejemplo, si hablamos de herramientas manuales o pequeños equipos auxiliares que no afectan la producción principal, el mantenimiento correctivo puede ser una decisión práctica. Sin embargo, cuando se trata de maquinaria crítica como grúas, sistemas de elevación o andamios de uso intensivo, las consecuencias de una falla pueden ser graves, tanto en seguridad como en retrasos de obra.
Desventajas del mantenimiento correctivo:
- Paradas imprevistas
- Costos de reparación más elevados
- Pérdida de productividad
- Riesgos en la seguridad
- Daños en otros componentes
Por eso, su uso solo se recomienda cuando el riesgo de interrupción es aceptable o cuando una intervención programada no se justifica por el tipo de equipo. En Bolivia, la normativa vigente sobre seguridad industrial, como la que regula el Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social, exige minimizar los riesgos de accidentes, lo que puede limitar la aplicación del mantenimiento correctivo en equipos que impliquen algún peligro para los trabajadores.
Mantenimiento preventivo
El mantenimiento preventivo, por otro lado, se basa en la planificación y ejecución de intervenciones regulares sobre los equipos, buscando evitar fallas antes de que ocurran. Esto implica realizar inspecciones periódicas, ajustes, limpieza, lubricación y el reemplazo programado de piezas que se desgastan con el uso.
Ventajas del mantenimiento preventivo:
- Reduce la probabilidad de averías inesperadas
- Prolonga la vida útil de la maquinaria
- Mejora la seguridad en el trabajo
- Optimiza la disponibilidad de los activos
Las intervenciones suelen programarse según las recomendaciones del fabricante, las horas de uso, el entorno de trabajo y la experiencia previa.
En sectores como construcción y minería, donde los equipos enfrentan condiciones exigentes y su disponibilidad es determinante para avanzar en los proyectos, el mantenimiento preventivo es especialmente valioso. Por ejemplo, en el alquiler de andamios, mantenerlos en buen estado previene la corrosión, deformaciones o fallas estructurales, lo que ayuda a evitar accidentes y cumplir con los estándares de seguridad que exigen las autoridades.
Además, este enfoque facilita la gestión de repuestos, permite una planificación más eficiente de recursos y ayuda a cumplir con las normativas de seguridad industrial. Empresas como Armaq Bolivia, especializadas en alquiler de andamios y equipos de construcción, aplican programas de mantenimiento preventivo para asegurar la calidad y seguridad de sus productos, lo que fortalece la confianza de sus clientes y mejora su reputación en el sector.
Eso sí, el mantenimiento preventivo requiere de una inversión constante y mucha disciplina organizacional para cumplir con los programas establecidos. Es fundamental ajustar la frecuencia y el alcance de estas intervenciones según el uso real y las condiciones concretas de cada equipo, para evitar gastos innecesarios o intervenciones de más. Un ejemplo claro es la adaptación de los intervalos de revisión en función del tipo de obra, el clima local y la intensidad de uso, aspectos que pueden cambiar mucho en distintas regiones del país.
Costos del mantenimiento correctivo y preventivo
Gestionar de manera eficiente los costos asociados al mantenimiento es un reto clave para cualquier empresa que dependa de equipos. Tanto el mantenimiento correctivo como el preventivo tienen impactos económicos diferentes, y la decisión de cuál priorizar afecta directamente el presupuesto y la rentabilidad:
Aspecto | Mantenimiento Correctivo | Mantenimiento Preventivo |
---|---|---|
Gasto inicial | Bajo (solo cuando ocurre una avería) | Sostenido y programado |
Reparaciones | Más costosas por urgencia y repuestos rápidos | Menos costosas, planificadas |
Paradas de producción | Frecuentes y no planificadas | Menos frecuentes, planificadas |
Impacto en la reputación | Negativo si hay retrasos o accidentes | Positivo por confiabilidad y cumplimiento |
Penalizaciones contractuales | Posibles por retrasos o daños | Menos probables |
Presupuesto | Difícil de prever, variable | Más predecible y distribuido en el tiempo |
Por ejemplo, si una torre de andamios falla en plena obra, puede que haya que traer repuestos de otras ciudades o incluso del extranjero, lo que eleva los costos y puede atrasar la entrega del proyecto.
Un caso típico es el de una empresa constructora que implementa un programa de mantenimiento preventivo en su flota de andamios y maquinaria ligera: aunque invierte de forma regular en inspecciones y repuestos, experimenta menos interrupciones, reduce accidentes laborales y evita multas por incumplir normativas de seguridad. Así, el costo total del mantenimiento preventivo termina siendo menor que el de las reparaciones de emergencia y las pérdidas por paradas imprevistas.
¿Por qué planificar mantenimientos preventivos y correctivos?
Planificar el mantenimiento es clave para asegurar la seguridad, la eficiencia y la continuidad de cualquier operación que dependa de equipos y maquinaria. Un plan bien hecho permite anticipar necesidades, asignar recursos de manera más eficiente y reducir riesgos asociados a fallas inesperadas.
Beneficios de la planificación:
- Detectar señales tempranas de desgaste
- Programar intervenciones en momentos de baja actividad
- Minimizar el impacto sobre la producción
- Cumplir normativas de seguridad industrial
- Evitar accidentes
- Mantener la confianza de clientes y colaboradores
En Bolivia, instituciones como el Instituto Boliviano de Normalización y Calidad (IBNORCA) promueven estándares para la gestión de mantenimiento y la seguridad laboral, reforzando la necesidad de tener planes documentados y procedimientos claros para intervenir en equipos de alto riesgo.
El mantenimiento correctivo también puede formar parte de la planificación, sobre todo para equipos no críticos o cuando el análisis de costos y beneficios lo justifica. Integrar ambos enfoques en un plan estratégico permite priorizar recursos, asignar intervenciones según la criticidad de cada activo y optimizar la gestión global de la empresa.
Por ejemplo, una empresa de alquiler de andamios puede tener un programa preventivo para los equipos más utilizados y dejar el correctivo para herramientas menos críticas o de uso esporádico. Esta combinación ayuda a mantener la operación eficiente y aprovechar mejor los recursos que se tienen a mano.
Una buena planificación de mantenimiento se traduce en productividad y menor riesgo. Además, permite cumplir con requisitos de aseguradoras, clientes y autoridades regulatorias, lo que puede ser decisivo para conseguir contratos y asegurar la continuidad del negocio.
¿Cómo elegir entre estos dos tipos de mantenimiento?
Elegir entre mantenimiento correctivo y preventivo depende de varios factores:
- Criticidad del equipo
- Entorno en que opera
- Disponibilidad de repuestos
- Costos asociados
- Exigencias normativas
Analizar estos puntos es esencial para definir la mejor estrategia en cada caso.
Criterio | Mantenimiento Correctivo | Mantenimiento Preventivo |
---|---|---|
Momento de ejecución | Tras una falla o avería | Antes de que ocurra una falla |
Aplicación según tipo de equipo | Equipos de bajo riesgo, bajo costo, fácil reemplazo | Equipos críticos, de alto valor o que afectan la operación |
Impacto en la operación | Puede causar detenciones imprevistas | Minimiza paradas no planificadas |
Costos de intervención | Altos, por urgencia y falta de planificación | Más bajos y controlados |
Planificación requerida | No requiere planificación previa | Requiere una programación sistemática |
Ejemplos de uso adecuado | Herramientas auxiliares, equipos no esenciales | Maquinaria pesada, sistemas eléctricos, estructuras de soporte |
Cumplimiento normativo y seguridad | Puede incumplir si se aplica en equipos críticos | Favorece el cumplimiento normativo y reduce riesgos laborales |
Para equipos cuya falla puede causar accidentes, afectar la seguridad o detener operaciones clave, el mantenimiento preventivo es lo más recomendable. Por ejemplo, en sistemas de andamiaje usados en obras de altura o en ambientes muy corrosivos, prevenir es fundamental para evitar accidentes graves y cumplir con la normativa de seguridad. En cambio, para activos de bajo valor, con poco impacto en la operación o que se pueden reemplazar fácilmente, el mantenimiento correctivo puede ser suficiente.
Una gestión eficiente de activos suele combinar ambos tipos de mantenimiento, ajustando la frecuencia y el alcance de las intervenciones según la experiencia, los datos históricos y las recomendaciones del fabricante. Herramientas digitales y el apoyo de empresas especializadas como Armaq Bolivia pueden facilitar el seguimiento y la optimización de los programas de mantenimiento. Plataformas de software de mantenimiento asistido por computadora (CMMS) ayudan a registrar intervenciones, analizar tendencias de fallas y programar tareas automáticamente, mejorando la toma de decisiones y la trazabilidad.
En sectores como la construcción y la minería, contar con un proveedor confiable de equipos y servicios de mantenimiento, así como tener acceso a alquiler de andamios y maquinaria en óptimas condiciones, marca una gran diferencia en la productividad y la seguridad de los proyectos. Elegir y aplicar bien las estrategias de mantenimiento es clave para asegurar el éxito operativo y financiero, tanto a corto como a largo plazo. Además, la reputación de la empresa y la satisfacción del cliente dependen mucho de la capacidad de prevenir incidentes y cumplir con los plazos, lo que refuerza la importancia de una gestión profesional y alineada a las mejores prácticas del sector.